domingo, 4 de diciembre de 2011

HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE

Aceptable y más que aceptable. Creo que el círculo se completa para esta película por el hecho de que todos los secretos, Cámaras, Príncipes Mestizos, Órdenes del Fénix y Voldemort quedan enterrados para siempre -o eso creo-.
Cartel publicitario de la película. Para el 15 de julio de 2011 se hicieron tiras publicitarias con prácticamente todos los personajes inundándolo todo: publicidad exterior, periódicos, publicidad on line.

Y el aceptable viene porque es fidedigna y está bien tratada desde el principio al fin. La textura de la cinta es la de presentar a un Harry Potter adulto enfrentándose al destino para el que ha sido creado. Cuando salió esta séptima parte -recordemos que la película es la octava de la saga-, la autora llegó a comentar que pensaba en un final en que Harry Potter muriera. Y ahora me pregunto yo, ¿habría soportado alguien que después de tanto sufrimiento, tantas cámaras abiertas, tantos secretos desvelados, tanto sufrimiento alrededor, el protagonista se desintegrara como Voldemort?


Digo bien: aceptable. Tratamiento impecable de los efectos especiales, tratamiento impecable del texto de Rowling, tratamiento de los personajes acorde al status o lo que esperamos de ellos, personajes más que aceptables (medidos, no sobreactuados,...) Me gusta mucho el tratamiento que en la película se hace del papel de la muerte. En los diálogos podemos escuchar que "morir es más rápido que quedarse dormido" y "no sientas pena de los muertos, sino de los vivos y especialmente de los que viven sin amor". Me parecen frases sabias e inteligentes, pero sobre todo, oportunas. Con la piedra de la resurrección, Harry consigue olvidarse de todos sus miedos y consigue crecer.

Harry Potter cierra su escuela de Magia y Hechicería. Pero también cierra una franquicia millonaria a lo largo de los cinco continentes. Siempre podemos aprender algo de todo esto, y es que el índice de lectura infantil-juvenil ha subido gracias a Harry Potter. Una generación entera ha hablado, ha reído, ha llorado o se ha burlado de este popular mago.


La historia se cierra con una verdad como un templo: Harry Potter es un horrocrux, algo que cuando lees el libro lo vas digiriendo poco a poco, como los buenos platos o los buenos venenos. Y Harry Potter debe dejar de ser aquel tierno niño para convertirse en un hombre. Es evidente que en el camino debe dejar consigo la infelicidad, los traumas y convertirse en aquello para lo que fue creado: el mago que se enfrentaría y ganaría a lord Voldemort, antítesis de la felicidad, y más cercano al papel de villano clásico.

Especialmente brillante el tratamiento de las escenas del banco de los duendes. Puede verse el trazo de la autora en los más leves detalles y lo bien hecha que está la escena. Algo más floja, aunque no deslucida, la escena de la cámara de los menesteres. Para mi gusto necesitaba algo más de explicación y quizá varias tomas más. En cuanto a la batalla: en la que prácticamente se desarrolla y acaba la película, me parece pobre el tratamiento que hacen de la muerte de la malvada bruja Bellatrix Lestrange. Creo que muere demasiado rápido y sin apenas sufrimiento, cuando aparte de loca -estos papeles Helena Boham Carter los borda-, las hace pasar fatal a Harry, Hermione, etc...

Valiente escena en la que Helena Boham Carter debe hacer una interpretación de Hermione representándose a sí misma. Ésta ha sido la tónica durante las 8 películas.
Espectacular escena del dragón saliendo del Banco Gringotts de los Duendes.

En el libro, Voldemort muere porque efectúa un segundo hechizo: el famoso Avadra Kedavra contra Harry y éste rebota en su varita puesto que la varita de Saúco no es del todo suya (dado que no ha desarmado a su verdadero dueño, Malfoy) con lo que muere. Pero claro, la solución que han hecho en la película es que tras la destrucción del último Horrocrux: la serpiente Nagini, Voldemort muere desintegrado.
Os podréis preguntar: y por qué no le rebota la primera vez que lo mata (maravillosa la representación de Voldemort moribundo y la estación blanca de King Cross). En mi opinión, la primera vez que lo mata está matando una porción de su alma, un Horrocrux que él ni sabe que existe. La segunda vez la varita se debe volver contra él.

De la factoría de Harry Potter se han sacado hasta videojuegos comercializados con excelentes gráficos que cualquiera diría que no son de la película.

Escena de los Mortífagos con Voldemort preparados para la batalla final.

Pero en mi clasificación podemos adoptar el apelativo más que aceptable para este final. El hecho que que Harry envejezca -en este caso, el maquillaje no le hace justicia, ni a él, ni a Ginny, ni a Ron, ni a Hermione- nos hace enfretarnos con las paradojas de la vida. Qué fácil es nacer, qué fácil es vivir la juventud, y qué rápido nos hacemos mayores. Una persona que ha seguido todas las películas y libros de Harry Potter aprende lecciones de amistad, compañerismo, rectitud, inteligencia. Siempre me ha gustado y me gustarán aquellas primeras partes en las que debía vivir con los tíos y en las que Harry Potter se hacía valer desde el punto de vista que él era un bicho raro. En la séptima y octava partes de la película ya no es un niño y eso nos lleva a pensar si a veces desaprovechamos nuestra vida al haberla querido vivir tan deprisa.

Batalla final entre Harry Potter y Voldemort en el patio de Hogwarts.

También, en mi caso lo he hecho, nos lleva a pensar por qué no existe la magia tal y como se describe en el libro; quizá nos haría la vida más fácil. Pero de los libros y en especial de esta parte, debemos decir que cualquier cosa, sin amor, no dará nunca su fruto. Ésa es la enseñanza que los libros de Harry Potter nos da y por supuesto de la que debemos reflexionar. Habría que reflexionar en la idea de que todos llevamos el mal dentro, por muy buenos que queramos ser. Y sin embargo, la enseñanza es que sólo el bien se puede alzar hacia fuera, mientras que debemos destruir horrocruxes como formato que encoge una vida más plena.


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